domingo, abril 03, 2005

Viejos tiempos.

Hace un tiempo tuve el privilegio de acompañar a una amiga a dar un paseo por la Garena, o Espartales, o no se qué zona es esa. El barrio nuevo ese cercano a la nueva plaza de toros. Bueno, pues por una situación de estar de vacaciones, amigas fuera, planes rotos,.... estaba a punto de cortarse las venas por estar muy aburrida sin poder hacer nada y entonces le propuse lo del paseo para ver si se despejaba un poco. Estuvimos dando vueltas por no se donde, porque me perdí con tanta calle, hablando de todo un poco con un tiempo algo frio si, pero agradable. Por suerte no nos llovió ni nada por el estilo. El caso es que toda esa situación me recordó mucho cuando veraneaba de canijo en mi pueblo e iba con bastante familia al atardecer a patear las carreteras de pueblos. Algunos días mis hermanos, mis primos y yo íbamos en bici y aprovechávamos para tirar piedras a las ranas del canal, pero eso es cosa a parte. Podíamos estar andando durante un par de horitas hablando de todo un poco en esas tardes tan perfectas gallegas de temperatura. Qué buenos recuerdos de aquellos paseos y más ahora que me hacen recordar a mis abuelos (descansad en paz). Y es que esa cosa de liarte a andar sin prisas ni horarios es algo que no se paga con dinero. Me estoy dando cuenta que estoy hablando de nuevo de mis vacaciones. Las echo de menos porque es solo en vacaciones cuando aprovecho para hacerlo. Vamos, esto empezó con la idea de recordar los paseos con mis abuelos, y acaba reivindicando las vacaciones. Si es que.... soy tonto.

Besos.


(Escuchando: Fábula - La cal.)

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