viernes, noviembre 18, 2005

Placer doloroso.

Craso error el que cometí el lunes. Venirme para Alcalá.
Pues sí, esta vez me toca un post trasncendental. 'De haberlo sabido no hubiera dado todo en un principio' reza una canción, y sigue rezando 'peor que el olvido fue volverte a ver'.
Pues eso mismo. El lunes por la tarde-noche (más noche que tarde), sabía que esa noche, y todos los días posteriores, no iban a ser como iban siendo. Sabía que no dormiría, que la radio ya no me llenaría y tendría que ponerme música Chill, que estaría más tiempo allí, que aquí. Sabía que me iba a comer la cabeza.
Pocas cosas son las que me hacen comerme la cabeza, se cuentan con los dedos de una mano, pero cuando lo consiguen, lo consiguen durante varios días.
Unas palabras. Tan solo unas palabras de esa persona son suficientes. Suficientes para darte vida. Para matarte. Esa persona que tienes la certeza de que ha sido, es, y será alguien especial en tu vida, por muy típico-tópico que suene. Y es que, cuando una persona así te dice algo, aunque no tengas la certeza de que lo hace en serio o no, te afecta muchísimo más que cualquier otro.
Durante toda la semana habría escrito miles de palabras tristes, desesperadas, esperanzadoras, melancólicas, agónicas,... de todo tipo. Ahora,... ahora ya me corrompe el tiempo y la vergüenza. Escribo esto porque escribo para mi, pero este es el primer post que escribo corrompido o cohibido. Prometo que será el último.
El reencuentro fue eso mismo, un placer doloroso porque aunque normalmente no suele pasar nada, llegar al extremo al que llegamos me ha dejado marcado por completo. Así que tu flecha ha llegado.


... ya saben, no intenten explicárselo, soy tonto.
Saludos a todos.


(Escuchando: Mi propia cabeza - Comeduras transitorias.)

0 comentarios: