La situación es la siguitente. Estoy en el andén a la altura de la cabina del tren cuando para y a mi derecha tengo a toda la gente que está esperando a que el tren llegue a la estación. El caso, es que la mayoría de esta gente es extrangera. Algo completamente normal y que se ve todos los días.
Todo esto, me llevó a la conclusión de que los ojos nos engañan. En todo. No solo a los racistas les hace ver eso si no que a los comentarístas de futbol les hace ver dos partidos diferentes. El "jugaron como nunca, perdieron como siempre" o el "no levantan cabeza". Un/a amig@ de muy buena confianza, un/a novi@. Un día más de curro, un día menos para las vacaciones. Un maltratador, el amor de mi vida.
Si yo soy único, si todos somos únicos y no hay nadie igual a nosotros, empieza todo en los ojos. Los ojos nos empiezan a engañar y luego juegan al "teléfono roto".
Saludines.
(Escuchando: Hombres G - Qué soy yo para ti.)
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