Mientras tanto me queda una semana con muchas tareas por hacer. Trabajo hasta el miércoles, comidas de empresa, cenas con amigos, cafecitos con mozas, compras y más compras, viajes de aquí pa allá en tren, fin de semanita de curro, ... Mucho hacer y poco descansar.
Pero como yo digo, quien algo quiere, algo le cuesta. El dinero está claro que no sale de debajo de las piedras y hay que hacer algo para poder conseguirlo. La pena es que tengamos que hacer tanto para tan poco. Espero poder cargar las pilas tanto como el año pasado. Que cuando disfrutas vacaciones como las que tuve le año pasado, gracias a tanto esfuerzo, disfrutas mucho más. Porque sí, todo el mundo acepta y disfruta si le toca un viajecito a no se qué país paradisiaco con todo pagado, o un crucerito de medio mes por todo el Mediterraneo. Pero cuando disfrutas algo que te ha costado tanto esfuerzo lo disfrutas más. Al menos a mi eso me parece, pero ya sabeis, yo soy tonto.
Un saludo...